
Por: Juan Alberto Neira / Campesina
La policía Nacional del Perú se constituyó hasta el caserío de Sangal Bajo, Encañada, para desalojar de un predio a una familia; pero lo primero que hicieron, según referencia de los pobladores, dispararon bombas lacrimógenas en la puerta de una I.E de nivel inicial, causando gran espanto en los niños de 3 y 4 años quienes hasta sufrieron desmayos.
Un poblador resultó herido del oído derecho y consecuencia de ello tiene seis puntos, según la víctima manifiesta que la policía fue contra su persona por el hecho que se oponían a que los niños sean perjudicados durante intento del desalojo.
Los pobladores de Sangal tildan de irresponsable a los efectivos de la policía porque perjudicaron a niños y pobladores que nada tienen que ver en el problema.
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